sábado, 29 de abril de 2017

Impacto tras formación Individualizada a Cuidadoras de Pacientes Dependientes. Satisfacción Manifestada.

En el post anterior donde hablamos de Cronicidad y dependencia. Formar a quienes cuidan, vimos un programa de formación individualizada a cuidadoras de pacientes dependientes para aquellos pacientes que viven en poblaciones pequeñas con gran dispersión geográfica y un transporte público deficitario, lo cual, les impedía asistir a los talleres de formación grupales de que dispone el sistema sanitario público andaluz (SSPA). Al finalizar ese post concluimos que una vez que se impartían los talleres en formato individual (en vez de grupal), deberíamos conocer cuál es la satisfacción de ellas con esta modalidad de formación individualizada y si realmente está siendo útil. Para ello, al alta de los pacientes y previo a la salida del mismo del hospital, se le entrega a las cuidadoras, una encuesta de satisfacción (valoración de 1 a 5 siendo 5 muy satisfechas y 1 nada satisfechas)  donde se valoran:
  •          La ampliación de conocimientos respecto a antes de recibir taller individualizado. 




·     

  •          La utilidad de los nuevos conocimientos adquiridos tras recibir taller individualizado.

  • ·         La accesibilidad a los profesionales de la Unidad de Hospitalización Polivalente.

  • ·         La satisfacción general con el programa de talleres formativos individualizados.




Tras los resultados obtenidos en las encuestas de satisfacción, podemos concluir que los talleres individualizados son una muy buena alternativa de formación a cuidadoras de pacientes dependientes en poblaciones rurales pequeñas y dispersas con déficit de transporte público ya que:

  •         Las cuidadoras de pacientes dependientes mostraron una alta satisfacción con la modalidad de intervención individualizada de educación sanitaria, tal y como puede verse en las encuestas de satisfacción  entregadas por las mismas.
  •          La intervención individualizada garantiza ampliación de conocimientos en las cuidadoras y mejora el afrontamiento de las mismas respecto a los cuidados diarios al paciente dependiente.
  •         Además como conocemos, gracias a la primera entrevista realizada a las cuidadoras, las necesidades formativas de las mismas, podemos  aportar esta información al ámbito de Atención Primaria para que conozcan las áreas de mayor déficit de conocimiento de nuestros pacientes y puedan continuar con la educación sanitaria en el domicilio del paciente.

Francisco J. Hidalgo LLonis.

miércoles, 26 de abril de 2017

De la Gestión de Recursos a la gestión de Cuidados

La Gestión Clínica se ha consolidado en Andalucía como el modelo de gestión sanitaria, siendo las Unidades de Gestión Clínica el elemento nuclear de la organización asistencial. Este modelo organizativo por unidades de Gestión Clínica a pesar de estar consolidado en nuestra comunidad aún requiere reflexión y planificación sobre la implementación de un  modelo basado en la gobernanza donde los lideres formales de la unidad (Director/a de la unidad y gestor/a de cuidados) son quienes deben desarrollar de forma conjunta la respuesta a las necesidades de la ciudadanía a la que atienden, generando  un clima laboral saludable, gestionando a profesionales y recursos materiales, fomentando el avance competencial y la generación e implementación del conocimiento entre los miembros de la unidad.
Sin embargo, nuestros centros hospitalarios aun suelen mantener estructuras que caminan en paralelo, con una visión de los cuidados como soporte a la actividad médica más que como parte fundamental de la atención clínica. Este modelo basado en una jerarquía lineo funcional, con varios niveles de decisión muy diferenciados, dificulta la potencialidad del trabajo en equipo, la puesta en marcha de estrategias de avance e innovación y produce fragmentación de muchos de los procesos necesarios en la Atención Hospitalaria.
La crisis económica y las medidas de ajuste que se han tenido que poner en marcha como consecuencia de las directrices del gobierno central para disminuir costes y mantener resultados han generado un clima de desmotivación y desconfianza institucional muy poco saludable para los profesionales del sistema sanitario, y en este contexto los cargos intermedios de la organización se han visto abocados a centrarse en la gestión de recursos y no en la gestión de los cuidados.
No hay duda que la Atención Hospitalaria debe contar con gestores de cuidados con liderazgo y responsabilidad en la toma de decisiones clínicas y de gestión, ya que se obtienen mejores tasas de contratación y permanencia de enfermeras y tasas más bajas de mortalidad de pacientes (hospitales magnéticos).
En 2006 las compañeras de la RNAO publicaron una guía sobre el desarrollo y el liderazgo en enfermería donde ya adelantaba las 5 practicas basadas en la evidencia que se deberían poner en marcha por los gestores de cuidados:
-        Fomentar las relaciones de confianza.
-        Creación de un ambiente de trabajo empoderando a todos los profesionales del equipo.
-        Desarrollar la generación e implementación del conocimiento en cuidados.
-        Fomentar el trabajo basado en los procesos y orientados a resultados donde el cuidado tenga el protagonismo necesario.
-        Contar con los recursos necesarios para asegurar unos cuidados de calidad.
Han pasado 11 años y aun a nuestras organizaciones les queda mucho que avanzar en este sentido, se han generado multitud de evidencias en este sentido, es más hace pocos días leímos un post muy interesante del compañero Serafín Fernández en la factoría cuidando donde refleja como nuestros cargos intermedios necesitan una redefinición de sus funciones y una apuesta decidida por parte del sistema para que ponga en valor a los gestores de cuidados y se promueva el cambio de modelo.
El cambio de la gestión de recursos a la gestión de los cuidados también pasa por la posibilidad de que los profesionales de los cuidados estén presentes en el ámbito de la gestión en todos los niveles de decisión, formando parte de los equipos en la macro y meso gestión, la presencia de enfermeras en las estructuras de macro gestión es actualmente testimonial en nuestro sistema sanitario, ninguna enfermera en el equipo directivo de la Consejería de salud o del Servicio Andaluz de salud,
Y si miramos que ocurre en los cursos de formación para directivos y cargos intermedios de nuestras unidades, impartidos por organismos con vinculación con el sistema sanitario donde un porcentaje de alumnos muy elevado son enfermeras y la representación docente de las enfermeras es mínima o no existe.

La  presencia de gestores de cuidados lideres con visión de servicio al ciudadano que hagan posible el hecho de que  la ciudadanía participe de forma real en el sistema, con una formación sólida que nos capacite para el desempeño de los puestos, que empoderen al equipo profesional al que representan, es extremadamente necesaria porque como reflexiona nuestra compañera y referente internacional Doris Grispum una sociedad con un  sistema sanitario que fomente enfermeras excelentes será una sociedad mas sana.