miércoles, 7 de junio de 2017

La “JOYA DE LA CORONA” FURGÓN DE COLA


Hace poco desayuné en el hospital con el titular “La sanidad andaluza cae diez indicadores”, mis compañeros inquietos me trajeron el periódico. Sin duda no es una buena noticia, estamos en una etapa en la que pocos hablan bien de nuestra sanidad y en parte quizás se esté ganando a pulso: fusiones y desfusiones, tormentas políticas y sus víctimas, recortes, mareas blancas……..como dice el refranero español, entre todos la mataron y ella sola se murió.
Pero no es este el único titular desalentador de la bautizada “joya de la corona de la Administración andaluza, la sanidad. En febrero El País publica “La sanidad andaluza entra en urgencias”, y es que a pesar de que La presidenta andaluza defiende que el sistema sanitario realiza 75 millones de actos médicos en 49 hospitales y 1.500 centros de salud públicos, por lo que las incidencias entran dentro de lo normal; lo que por otra parte dió mucho juego. La realidad es que las plataformas de protesta se han extendido a todas las provincias y aunque el paro y los problemas económicos continúan siendo el principal problema para los andaluces, la educación y la sanidad superan a la corrupción en el índice de inquietudes personales.

Dado lo llamativo del titular decidí ahondar más en ” eso de los indicadores clave” que nos deja en tal mal lugar, la fuente de la que provienen es el Ministerio de Sanidad, Políticas Sociales e Igualdad.
 
Los Indicadores clave son una lista de indicadores seleccionados de entre los miles de datos disponibles en las fuentes rutinarias que constituyen el Sistema de Información del Sistema Nacional de Salud y de fuentes de datos gestionadas por otros organismos oficiales. Son los indicadores que se consideran más relevantes para entender la salud de los ciudadanos, el funcionamiento del sistema sanitario público y los factores que influyen en la salud. La lista está compuesta por 247 Indicadores clasificados en diversos campos (dominios y subdominios) aunque, se han identificado 50 como esenciales; estos constituyen lo que llamamos Lista Corta.
No todos los indicadores se actualizan en el mismo período,normalmente se actualizan los datos de un indicador inmediatamente después de que se hayan hecho públicos en la fuente original. Para no incurrir en errores, cada indicador va acompañado de una ficha de documentación.

 
                                  Fuente: http://inclasns.msssi.es/doc
 
El artículo arriba mencionado muestra resumidamente donde flaqueamos:

  • En recursos humanos ocupamos el último puesto. Ocurre por ejemplo en el capítulo de personal. Según la estadística ministerial la comunidad ocupa el puesto 17 de otras tantas  en efectivos de Medicina y Enfermería de Atención Especializada. En el primero de los casos, apenas 1,53 profesionales por cada mil habitantes, por debajo de los 1,81 de media nacional y muy lejos de los 2,39 de Navarra. En el segundo, 2,67 sin alcanzar el listón nacional de 3,14 y casi al 50% de los 4,42 enfermeros de que disponen los centros del País Vasco.
  • También cae al último escalón regional Andalucía en el número de camas hospitalarias en funcionamiento por cada mil habitantes (2,17 frente a las 2,97 de promedio y las 3,81 del listón máximo catalán) y en dotación de equipos de Resonancia Magnética Nuclear (RMN) por cada cien mil habitantes (ni siquiera uno: tan sólo 0,87 por el 1,24 de media de todo el país).
  • En el resto de parámetros tampoco escapamos mejor. Sanidad atribuye a Andalucía 8,48 quirófanos operativos para cada cien mil habitantes, mientras que en el conjunto de España disponen de 9,37. En Navarra superan los 11 y en Madrid y País Vasco los diez.
  • En Atención Primaria: puesto decimocuarto en proporción de médicos por cada mil pacientes asignados (0,72, por 0,76 de promedio) y el mismo escalón en cuanto a Enfermería (0,61, empeorando en cuatro décimas la media).
  • La mejor marca es un séptimo lugar en la clasificación de puestos hospitalarios por cada mil habitantes (0,34, frente al 0,41 del conjunto del país).
  • Mucho peor es el resultado en cuanto a equipos TAC, con el decimotercer lugar en dotaciones que marca el 1,54 por cada cien mil habitantes (1,61 nacional).
  • En unidades de hemodiálisis, furgón de cola de nuevo según el Ministerio de Sanidad: decimoquintos al disponer sólo de 7,16 para cada cien mil habitantes frente a los 10 de media nacional. 

    Si entráis en la aplicación web que es bastante intuitiva, podréis comprobar los datos y comparar por CCAA, sexo y año; haced la prueba, estamos por debajo en la mayoría de los indicadores.

    Estos no son datos opinables, son datos objetivos e incontestables, por tanto, quizás sea hora de rebautizar nuestra sanidad con un apelativo más humilde, dado que es la CCAA que menos invierte en sanidad per capita, cuyo presupuesto asignado a sanidad  este año está a nivel del año 2011, es la tercera CCAA con mayor número de camas privadas y con más hospitales privados y que probablemente haya estado 76millones de años viviendo de las rentas.





















martes, 6 de junio de 2017

La cosa más bonita

Desde que me alcanza la memoria he querido ser médico, no me conozco queriendo ser otra cosa. Salvar vidas, curar enfermos, investigar la vacuna del SIDA que devastaba a la juventud en los años 80 y contribuir a la mejora de la sociedad forjó en mí una vocación inquebrantable hasta hoy. Y sin embargo, la cosa más bonita vino cuando no pude hacer nada de lo anterior.

Hace unas semanas, en una fiesta, en Córdoba, se me acercó una chica y me preguntó para cerciorarse si yo era el médico que trabajaba en las Urgencias de Osuna, y de inmediato me expresó su más sincera gratitud y la de su madre que decía acordarse de mí a diario por lo que hice con su marido y antes con su hermano. Ambos, en el transcurso de pocos meses, habían sido atendidos por mi y ambos murieron.

La cultura extendida y aceptada que la medicina, aún en tiempos de grandes avances tecnológicos, lo puede curar todo es una falacia. La muerte, la enfermedad son parte de la vida y la medicina tiene poderes limitados, y el comprenderlo tranquiliza y nos permite redirigir nuestra atención a otra labor tan importante o más, la de cuidar, acompañar y consolar.

Para esto están los cuidados paliativos, para facilitar confort para vivir en condiciones aceptables en cualquier momento de la existencia. Nuestra labor, como médicos asistenciales, es aplicarnos a estos cuidados con la misma vocación que nos inspiró a hacernos médicos.

En general, el sistema sanitario y sus centros están destinados a curar enfermedades y cuando ésto no se consigue llega la confusión, el miedo, la ira y la depresión. Como profesionales sanitarios debemos cambiar este paradigma y asumir que hay cosas más poderosas que nosotros y que la enfermedad y la muerte son tan seguras como el sol de mañana.

Hace tiempo comprendí que la muerte es parte de la vida, la más trascendental junto con el nacimiento y puesto que del segundo no tenemos conciencia ni recuerdos, morirnos es, posiblemente, lo más importante que nos pasa y nosotros, como profesionales sanitarios, estamos ahí para asistir y acompañar. Afrontarlo con la actitud adecuada es imprescindible y para ello debemos despojarnos de todos “las capas de sufrimiento”  evitables:

Debemos ser conscientes que la muerte está ahí, estemos nosotros o no.

Tenemos que tener la certeza que no hay  ninguna medida que revierta esa situación sin que suponga “encarnizamiento terapéutico” y así transmitirlo.

Sabemos que podemos minimizar los síntomas ominosos que acompañan a la muerte (dolor,disnea, agitación…) garantizandole el confort que precise.

Conocer y empatizar con los valores y creencias del paciente y familiares y amoldarnos a ellos.  

Concienciar a familiares que deben ser un apoyo y no una preocupación. Lo más importante para una persona próxima a su fin es sentirse aliviados, no ser una carga.

Necio sería si no considerase la muerte como algo doloroso pero si la afrontamos siguiendo un método como el expuesto, comprobaremos que disminuimos el sufrimiento inherente al tránsito del paciente, suavizamos el duelo de familiares y se transforma en una experiencia que merece la pena, un agradecimiento que puede ser la cosa más bonita. 
 

domingo, 4 de junio de 2017

POR LO MENOS COMO ESTOY








Una de nuestras prioridades es prestar una  atención sanitaria a la cronicidad a través de unos cuidados excelentes, que demos respuestas a las necesidades de los pacientes de una manera más personal y humana.

Sabemos que las enfermedades crónicas aumentan con la edad, el envejecimiento natural de la población y el aumento de estas enfermedades en los últimos años está obligando a que los sistemas sanitarios adapten sus recursos y los adapten para ofrecer una atención integral a estos pacientes.

Esto  lo observamos tanto en la cartera de servicio de Atención Primaria como en otros aspectos : la accesibilidad, la continuidad asistencial e incluso el manejo de la propia enfermedad.

Debemos tratar a estos pacientes de una manera integral e integrada con una respuesta multidisciplinar, donde incluimos tanto la promoción, prevención , tratamiento y rehabilitación.

Debemos ser consciente que en el año 2050 España será el segundo o tercer país más envejecido del mundo , pasaremos del 16 % al 34% con más de 65 años y esto tenemos que tenerlo en cuenta a la hora de abordar la asistencia sanitaria. Requiere una estrategia integrada que incorpore intervenciones multidireccionales y multidimensionales, desde perspectivas no exclusivamente sanitarias o biológicas.Plan Andaluz de Atención Integrada a pacientes con Enfermedades Crónicas

Las cuatro enfermedades crónicas que tienen mayor mortalidad son:
 el cáncer, la enfermedad isquémica del corazón, la enfermedad cerebrovascular y la diabetes mellitus y son comunes a muchas de estas enfermedades factores de riesgo como el tabaquismo, la hipertensión, exceso de alcohol, alimentación inadecuada o inactividad física.


El aumento de la edad media de los pacientes conlleva a una mayor complejidad observándose  que de los pacientes crónicos un alto porcentaje son pacientes pluripatológicos    que son llevados por el servicio de medicina Interna.

Pienso que debemos enfocar nuestro quehacer diario al paciente crónico, intentar hacer lo posible para que no aparezca la enfermedad o una vez que la tenemos evitar su progresión o  la discapacidad y evitar que se produzca  en la medida de lo posible.

Debemos:
  •    -Disminuir los factores de riesgo para evitar la incidencia de la enfermedad crónica.
  •    -Disminuir la discapacidad y la dependencia, hacer lo posible para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
  •    -Incitar la participación activa de la ciudadanía
  •    -Basarnos en las diferentes estrategias que nos aporta el SSPA
  •    -Evaluar la efectividad y eficiencia de las intervenciones de salud.
  •    -Garantizar la formación adecuada tanto de profesionales como de las personas cuidadoras.

Partiendo de la base que las enfermedades crónicas no se curan, debemos actuar en la prevención, actuando sobre los factores de riesgo que son los que provocan la enfermedad en cuestión.


                                                                                                                     MLVM