La Gestión Clínica implica tanto a los
políticos, como a los directivos, gestores, profesionales y a los pacientes.
Todos estos personajes deambulan, de forma más o menos organizada, por un
sistema sanitario que se ha visto sometido a tensiones financieras, con un
discurso más centrado en la contención del gasto que en la planificación
estratégica, hostigado por profesionales que reclaman una mayor cuota de
“poder” y por los pacientes, desconcertados y recelosos, que reclaman que la
sanidad siga siendo “universal, gratuita,
pública, equitativa y de calidad”.
En tiempos difíciles nos encontramos además con
que muchos de los pacientes debido
al “ruido social de una crisis” se vuelven desconfiados y buscan la teoría de
la conspiración ante una cita que “aun no me ha llegado”, un cambio de hospital
ante una intervención quirúrgica o un
nuevo médico de cabecera.
En un escenario, con costes sanitarios
crecientes, con una demanda creciente por la mayor formación e información de
la ciudadanía, con pacientes que cada vez viven más y la consiguiente necesidad
de atender de forma ordenada a unos pacientes ancianos, crónicos y
pluripatológicos, es cuando más necesitamos de la Gestión Sanitaria
para que dirija, administre los recursos, coordine,
motive y articule adecuadamente tanto a las personas como a los recursos
materiales para que los objetivos
planteados se alcancen en un contexto de equidad, eficacia y eficiencia.
En España no
hay modelos bien diferenciados de sistemas autonómicos de salud. Las
diferencias más notables estriban en el peso y la articulación de la
colaboración público-privada y en la integración organizativa entre niveles
asistenciales: atención primaria y especializada; y en la atención a los
pacientes crónicos. Los conciertos complementarios con la asistencia pública
son la solución tradicional vigente en la mayor parte de Comunidades Autónomas
(CC.AA).
Un
buen gestor debe trabajar con previsión
y con método, en alianza, para adelantarse a los problemas que puedan surgir en
el futuro y poder poner en práctica los medios necesarios para evitar o paliar
en todo lo posible las consecuencias que el problema o adversidad traiga
consigo. Debe tener en todo momento visión de futuro para buscar la eficiencia y eficacia unidas
a la vanguardia y la innovación.
¿Y que podría hacer la
gestión sanitaria en tiempos de difíciles?
·
Hospitalizaciones programadas de corta
estancia:
Generar alternativas a la Hospitalización Tradicional buscando la disminución
del número de estancias y frecuentación a las prestaciones sanitarias en
general.
·
Hospitales
de Alta
Resolución:
que resuelvan la mayoría de los procesos asistenciales, con una atención
integral, personalizada, rápida y eficaz. Potenciar así las consultas de acto
único, la cirugía ambulatoria, la cirugía mínimamente invasiva, la
hospitalización domiciliaria con soporte telemédico y la gestión por procesos
para las enfermedades más frecuentes.
·
La implicación del ciudadano con su
salud: Este es un
factor importantísimo y con mucha potencialidad en la mejora de los resultados
del sistema de salud. Debemos conseguir una sociedad más sana mediante la
promoción de la salud. Busquemos que la ciudadanía viva más años pero que de
esos años la mayoría sean con buena salud.
·
Potenciación
de las Prácticas
Avanzadas en Enfermería.
·
Desarrollar
un modelo compartido para gestionar enfermos crónicos: Acción coordinada entre todos los
niveles asistenciales implicados en la atención y cuidado del paciente.
Protocolización conjunta interniveles para la actuación ante pacientes
crónicos. Formación y capacitación de los profesionales que atienden a estos
pacientes.
·
Potenciar las plataformas tecnológicas multicanal que cubran necesidades de
información sanitaria y atención a los procesos crónicos o agudos de muy baja
complejidad. (ejemplo: Salud Responde).
·
Seguimiento
a distancia mediante la telecontinuidad
a pacientes seleccionados con alto riesgo: pacientes crónicos, pluripatológicos,
paliativos…. (plataformas telecontinuidad salud responde, plataforma cuidados
paliativos salud responde….)
·
Integración y optimización de los procesos de
compra y cadena de suministro.
·
Incentivar a las organizaciones y los
profesionales en
el rendimiento sostenible. Trabajar por objetivos.
·
Creación de mapas
de competencias profesionales según categoría
y puesto: Los profesionales han de ser
seleccionados por su nivel de competencia y deben moverse permeablemente por
las instituciones del sistema, con proyección y visión, compartiendo logros,
favoreciendo la vanguardia y la excelencia.
Gestionar
en tiempos difíciles, es gestionar con más dificultades de las que nos
encontramos normalmente en el día a día. Gestionar en tiempos difíciles, también
podría ser seguir y cumplir en orden las pautas que los expertos indican
óptimas para conseguir le eficacia, la eficiencia, la sostenibilidad del
sistema sanitario público…… pero yo pienso que gestionar también es un arte, es
el arte de seguir y cumplir todo lo que hemos hablado anteriormente y no
abandonar en el intento y al final……… Conseguirlo !
No hay comentarios:
Publicar un comentario